Un 13 de Julio, como hoy, hace 17 años, la banda asesina ETA, mató a un humilde Concejal de la localidad vizcaína de Ermua, en el País Vasco. A las 16:50 del día anterior y a sangre fría, encontrándose atado e indefenso, le dispararon dos tiros en la cabeza.
Su delito fue representar a los ciudadanos de su pueblo en el Ayuntamiento por el Partido Popular e intentar mejorar las condiciones de vida de sus habitantes desde su posición de Concejal.
De orígenes humildes, vivía con sus padres y su hermana, tenía novia y participaba con sus amigos en un grupo de música.
Su padre era albañil y se enteró de su secuestro cuando regresaba a casa después de su habitual jornada de trabajo.
Él había comenzado recientemente a trabajar por las tardes en una empresa consultora en Eibar.
¿ Y por qué este joven podía suponer una amenaza a toda una banda terrorista, que hubiese que eliminar a toda costa? Pues sencillamente porque representaba la normalidad, los deseos inmensos de libertad y de valores de convivencia que contrastaban con el odio que ETA quería extender en la juventud vasca.
La estrategia del odio de ETA no podía consentir que los jóvenes como Miguel Ángel Blanco se convirtieran en un referente ético en el País Vasco. Y por eso lo mató.
Cuando hoy en día, surgen como referentes otros jóvenes que nos hablan de las explicaciones políticas de atentados tan viles y sanguinarios como el de Miguel Ángel, que dio su vida por
nuestra libertad hay que decir ¡NO!
No, Pablo, Miguel Ángel no jugaba al boxeo, no estaba en estrategias politicas diseñadas con tiralíneas en despachos o en Herriko tabernas. Miguel Ángel representa la limpieza y la claridad, la defensa de los inocentes y perseguidos por sus ideas o su orígen, el amor por sus compatriotas y vecinos y la mirada transparente y limpia del que sólo quiere vivir una vida tranquila y sencilla con su familia y su novia. Desgraciadamente, ETA acabó con todas estas aspiraciones.
No hay razones políticas para asesinar. Sólo odio. No es que ETA se diese cuenta de que la transición política en España fuese un engaño. Para ETA la única transición posible es la que lleva a una dictadura estalinista comandada por ellos en el País Vasco.
Y mucho me temo que la única transición válida para Podemos sea la misma que para ETA, en este caso limitada al escaso territorio de nuestro país que siguiese llamándose España tras su acceso al poder.
